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Renta familiar disponible bruta territorial. 2020

La renta familiar disponible bruta por habitante disminuyó en casi todas las comarcas de Cataluña; en L'Alta Ribagorça (−8,3%) y Aran (−6,1%) son las comarcas donde más disminuyó. El Pla d'Urgell (1,4%) es la única comarca con crecimiento positivo y La Ribera d'Ebre y El Pla de l'Estany son las dos comarcas donde la renta se mantuvo estable (0,0%).

Infografía

Infografía(En catalán)

Esta disminución de la renta familiar estuvo condicionada por los efectos económicos derivados de la crisis sanitaria del Covid-19 y rompió la tendencia de crecimiento de los últimos 6 años.

En 2020, El Barcelonés (19.400 euros) superó en un 10,4% la media catalana (17.600 euros) y continuó siendo la comarca catalana con la renta por habitante más elevada. Le siguieron El Baix Llobregat (18.300 euros) y El Vallès Occidental (18.100 euros). Por el contrario, L'Alt Urgell y La Noguera son las que tuvieron una renta menor (ambas con 13.800 euros).

Si se compara el comportamiento de los principales componentes de la renta respecto al año anterior se observa que la remuneración de asalariados y el excedente bruto de explotación disminuyeron un 4,2% y un 10,6%, respectivamente, mientras que las prestaciones sociales aumentaron un 15,3% (incluyendo los ERTEs por efecto del covid-19). Por lo que respecta a los usos, las cotizaciones sociales incrementaron un 0,4% y los impuestos disminuyeron un 1,8%.

La remuneración de asalariados siguió siendo el principal ingreso de las familias (57,7%) y fue el principal componente de renta en todas las comarcas. La Segarra y El Gironès fueron las comarcas con mayor proporción de ingresos procedentes de los salarios (61,8% y un 61,4%, respectivamente.) En cambio, La Terra Alta (43,8%) y El Berguedà ( 48,6%) presentaron las proporciones más bajas.

Por primera vez, las prestaciones sociales (23%) fueron el segundo ingreso de las familias. En 36 comarcas las prestaciones sociales fueron el segundo ingreso con mayor peso en 2020 (en 2019 lo fueron en 18 comarcas) y destacó El Berguedà, donde los ingresos procedentes de las prestaciones sociales se elevaron hasta el 32,9%.

En cuanto a los ingresos procedentes del excedente bruto de explotación, que representaron el 19,1% de los ingresos de las familias, La Cerdanya es la comarca que obtuvo un porcentaje mayor (30,6%), seguida por El Pallars Sobirà (27%).

En 2020, Matadepera (con 28.100 euros) fue el municipio de más de 5.000 habitantes y resto de capitales comarcales con la renta por habitante más elevada, y le siguieron Sant Just Desvern y Alella (26.800 euros y 26.400 euros, respectivamente), todos ellos con un nivel de renta por encima del 50% de la media catalana. En el otro extremo, Lloret de Mar (11.400 euros) fue el municipio con menos renta por habitante en el año 2020, seguido de Ulldecona (11.700 euros).

En relación al año anterior, la mayoría de los municipios estudiados (397 de los 459) registraron una disminución de renta familiar disponible bruta por habitante, 4 se mantuvieron estables y 58 la incrementaron.

El análisis de la distribución de los recursos de las familias situó a Guissona como el municipio con el porcentaje más elevado de ingresos procedentes de la remuneración de asalariados (el 73,8%), seguido de Els Pallaresos (69,4%).

En cuanto al excedente bruto de explotación, La Vall de Boí (36%) y Batea (33,5%) son los municipios que registraron los porcentajes más altos.

Por último, en cuanto a las prestaciones sociales, La Pobla de Lillet es el municipio donde el peso de este componente sobre el total de los principales ingresos fue más elevado (43,1%) y es el único donde representó el principal ingreso de los hogares.