Memoria 2022

Como cada año nos complace presentar la memoria de actividades del Idescat, el Instituto de Estadística de Cataluña. En ella encontraran un conjunto ingente de actuaciones estadísticas orientadas a proporcionar la mejor información posible para entender la realidad de la sociedad catalana y, de esta forma, contribuir a hacerla más próspera e inclusiva. Quiero insistir, también este año, en el agradecimiento a todo el fenomenal equipo de personas que integra el Idescat por el magnífico trabajo que han realizado durante el 2022, a menudo en circunstancias muy difíciles. Podran comprobarlo en la memoria que les presentamos.

Vivimos en la sociedad de la (des)información. Recibimos de forma continua noticias, comunicados, datos, etc. de los medios de comunicación y, cada vez más, de las redes sociales. Los institutos de estadística oficial han pasado de ocupar la posición central, casi de monopolio, en la producción de estadísticas económicas y sociales, a compartir el escenario con otras muchas instituciones, empresas y organizaciones que producen muchos datos y, cada vez más a menudo, que hacen esfuerzos por difundirlos. ¿Un exceso de información? Quizás sí. Sobre todo, un incremento de las dificultades para navegar en un mar que va lleno y donde a veces cuesta orientarse para llegar a buen puerto.

Déjeme decir que, sin embargo, los institutos de estadística oficial siguen siendo una pieza primordial de los sistemas de información de los países, porque ponen la calidad de sus tareas por encima de cualquier otra consideración. Todos los institutos europeos de estadística oficial, y el Idescat no es la excepción, se rigen por los principios que recoge el Código de buenas prácticas de las estadísticas europeas, un instrumento de autorregulación y compromiso que garantiza el desarrollo de estadísticas de gran calidad, con el fin último de aportar valor a sus usuarios.

El Código establece, en primer lugar, la existencia de un entorno institucional que garantiza la independencia y credibilidad de los productores y difusores de estadísticas oficiales. Asimismo, el Código recoge también la necesidad de que los trabajos de los institutos se hagan de acuerdo con una metodología sólida y avalada por la investigación científica, y siguiendo los procedimientos adecuados, aplicados desde la recogida de los datos hasta la validación de éstos y la difusión de los productos estadísticos. Por último, el Código explicita la necesidad de que todas las estadísticas producidas respondan a las necesidades de sus usuarios. En otras palabras, nuestro trabajo debe ser relevante para la sociedad, fácil y puntualmente accesible a todos. Además, debe cumplir con los estándares que velan para que las estadísticas sean coherentes, comparables y producidas con continuidad, para garantizar que sean útiles para todos los usuarios.

La legislación catalana ya se hizo eco del Código de buenas prácticas de las estadísticas europeas en la Ley del Plan estadístico de Cataluña 2011–2014 y lo adoptó de forma integral en el Plan estadístico de Cataluña 2017–2020. Los principios que contiene son el faro que orienta a todas nuestras actividades y también son la garantía de que, a pesar de todas las dificultades, queremos seguir trabajando para ofrecer mejores estadísticas para una sociedad mejor.