Saltar al contenido principal

Encuesta de condiciones de vida. 2023

Infografía

Infografía

La tasa de riesgo de pobreza o exclusión social (tasa AROPE - Objetivo UE 2030) era del 24,4% en 2023, 3 décimas menos que en 2022 (24,7%). La reducción de esta tasa se ha dado por la reducción de la tasa de riesgo de pobreza, que se sitúa en el 18,0% (19,9% en 2022), y también por la disminución de población con baja intensidad en el trabajo, que se sitúa en el 6,6%, 2 décimas menos que un año atrás. Por el contrario, aumentó la población que vive en situación de privación material y social severa, que se sitúa en el 8,9% frente al 8,0% del año anterior.

Por edades, la tasa AROPE solo disminuyó en la población de 65 años o más, dado que presenta una tasa del 16,2%, 3,4 puntos porcentuales menos que el año anterior. La población de menos de 16 años presenta una tasa del 33,1% (aumenta 6 décimas respecto a 2022) y la población de 16 a 64 años registra una tasa del 24,7% (aumenta 4 décimas respecto al año anterior).

Según la composición del hogar, la tasa AROPE de los hogares con hijos dependientes augmentó y se sitúa en el 28,6% (28,1% en 2022); en cambio, la tasa de los hogares sin hijos dependientes disminuyó, situándose en el 20,0% (20,8% en 2022).

En cuanto a los indicadores del nivel de privación de los hogares (que recogen aspectos subjetivos de las condiciones de vida), un 36,1% de la población declaró no tener la capacidad de hacerse cargo de gastos imprevistos de 800 euros, cifra que supone un incremento de 1,3 puntos porcentuales respecto a 2022. La población que declaró no poder mantener el hogar a una temperatura adecuada es del 20,0% (19,2% en 2022). En cambio, la población que declaró que no podía permitirse una semana al año de vacaciones ha sido del 29,8% (30,9% en 2022).

Por su parte, el número de personas que vivían en hogares y que declararon llegar con facilidad a final de mes representan el 53,1% (51,2% en 2022). Así, disminuyó el porcentaje de población que dice llegar a fin de mes con dificultad y se sitúa en el 46,5% (48,5% en 2022).

Respecto a la distribución de la renta, cabe recordar que la información sobre los ingresos, las prestaciones sociales y la intensidad en el trabajo que ofrece la Encuesta de condiciones de vida 2023 hace referencia al año 2022. Los ingresos medios netos de los hogares catalanes era de 38.888 euros y de 15.830 euros por persona en 2022, lo que supone un aumento del 7,5% y del 7,7% respectivamente, respecto al año anterior. Los indicadores de desigualdad de la distribución de la renta se reducieron ligeramente en 2023. El indicador S80/S20 es 5,una décima inferior al 2022. Este indicador muestra cómo el 20% de los hogares con mayores ingresos acumularon 5 veces lo que ingresan el 20% de los hogares más desfavorecidos. En cuanto al índice de Gini, este era del 29,9% en 2023 (30% en el año anterior). Un índice de Gini igual a 0% equivale a máxima igualdad y 100% a máxima desigualdad.

En 2023, el umbral de riesgo de pobreza augmentó un 6,1% y se sitúa en 12.564,2 euros en los hogares formados por una sola persona. La tasa de riesgo de pobreza antes de todo tipo de transferencias sociales es del 40,2%. Esta tasa pasa a ser del 23,9% cuando se contabilizan las pensiones de vejez y supervivencia, y del 18% cuando se contabilizan todas las transferencias sociales (incluyendo las prestaciones por desempleo, invalidez y ayudas para familias o hijos, entre otras). En 2022 estos porcentajes eran del 42,4%, del 26,8% y del 19,9%, respectivamente.

Los microdatos de esta estadística están disponibles en el apartado Microdatos de la web del Idescat.